Los enlaces de invierno son cada vez más numerosos y son, sin duda, una opción ideal para aquellas parejas que apuestan por salirse de la típica temporada nupcial. Las bodas en invierno, en nuestra finca para bodas en Málaga, se llenan de un romanticismo especial, desprenden elegancia por sí solas y hacen aún más originales algunos detalles que se convierten en la clave del éxito. Además, las bodas en Málaga, sea cual sea el periodo del año en el que se celebren, siempre tienen grandes posibilidades de que el clima acompañe.
Elena y Jesús no solo decidieron celebrar su boda en Málaga, la eterna ciudad del buen tiempo, sino que eligieron casarse en el mes de diciembre, siendo el día 26 la fecha del enlace. Como os adelantábamos: ¡una boda por Navidad! Los espacios y jardines de Hacienda del Álamo, engalanados con decoración navideña para la boda, se convirtieron en un marco incomparable, pero los que realmente pusieron el broche de oro a la celebración fueron los novios.
Elena, la radiante novia, nos cuenta en primera persona su experiencia con nosotros:
“Desde el primer momento que Jesús y yo entramos en la Hacienda del Álamo y paseamos por los espacios que la rodean, supimos que no íbamos a encontrar otro sitio mejor para celebrar nuestra boda. La Hacienda tiene el encanto de aquellos lugares que cuentan una historia y que conservan cada trozo de ella en sus objetos y estancias. Los jardines te hacen creer que has salido de la ciudad para recorrer y admirar la naturaleza en todo su esplendor.
Y si el sitio es único, no se queda atrás la atención que, desde el primer momento, Jesús y yo recibimos por todas las personas que trabajan allí. Para preparar todos los detalles de la boda tuvimos que ir en varias ocasiones. Dichas ocasiones, en vez de ser tardes de nervios y preocupación para que todo saliera bien, se convirtieron en sesiones de risoterapia y buenos momentos pasados junto con amigos. Porque así te tratan en Hacienda del Álamo, como amigos, no como clientes. Lo dije el día de mi boda y lo vuelvo a repetir aquí. Hay algo más bonito que la Hacienda del Álamo: las personas que trabajan dentro.
Gracias a todo el personal que trabaja en la Hacienda y que hicieron que el día de mi boda fuera único y espectacular. Todas las personas que estuvimos ese día lo pasamos en grande, especialmente Jesús y yo, y es que no tuvimos que preocuparnos por nada ese día, todo estaba más que organizado y preparado.
Quiero dar un gracias enorme a Noemí y Crespi. Y un gracias muy especial a Eva, una gran trabajadora y mejor persona. ¡Gracias a cascoporro!”